Soy una negada para la cocina. Lo sé, lo asumo y digo sin rubor, además, que no tengo el mínimo interés en aprender.

Llevo viviendo sola desde los dieciocho años y por ahora no me he muerto de hambre así que para sobrevivir, mis (nulos) conocimientos culinarios me llegan de sobra.
Cuando vivía con mi ex llevábamos una dieta sanísima, equilibradísima (y facilísima): verdura todos los días y de segundo un día pollo, un día pescado, un día pollo, un día pescado... y así hasta el infinito. A la plancha, por supuesto, no me pidáis más. Si un día era fiesta hacíamos tortilla de patatas, que era lo único que sabíamos hacer con sabor (él era casi tan negado como yo).
Jamás he hecho alubias o garbanzos y hace años que no hago lentejas. Nunca he preparado un cocido, ni una paella... ni nada elaborado, soy más de cocina básica. Vamos, que tiro de olla express y tan feliz. Pico los ingredientes, echo todo a la olla, un poco de agua, sal, un chorrito de aceite de oliva, cinco, diez o veinte minutos (depende de lo que sea) et voilà! Plato preparado. Y ya sólo eso me cuesta un mundo...
Os juro que sería feliz si se pudieran sustituir las comidas por pastillitas… bueno, si tengo que cocinar yo, claro, porque comer lo que preparan los demás me encanta. Pero es que yo...
... si un plato lleva muchos ingredientes, me estreso.
... si hay que utilizar más de dos recipientes / cacharros, me estreso.
... si se prepara humareda en la cocina, me estreso.
... si me huele el pelo a comida, me estreso.

El otro día estaba ÉL en casa e hice porrusalda (plato típico vasco) para cenar:
¿Cómo la has hecho?
Pues cómo la voy a hacer, en la olla! Anda que tienes cada cosa...
Aaahhh!! Le has echado agua y ya ¿no?
Che, che, che, que le he puesto aceite de oliva. Del bueno eh? ¿Qué pasa? ¿No te gusta?
No, si... a ver... buena está pero es que yo le hago un refrito de...
Sí, hombre, me voy a poner yo con refritos
Pues eso, que primero rehogo los ingredientes en la olla para que suelten el sabor y cuando están doraditos bla, bla, bla...
Ajá
Ya te voy a hacer un día mi receta, ya verás cómo está mejor...
Psche, bueno, si quieres... (bien, bien, bien!!!)

¿Cómo la has hecho?
Pues cómo la voy a hacer, en la olla! Anda que tienes cada cosa...
Aaahhh!! Le has echado agua y ya ¿no?
Che, che, che, que le he puesto aceite de oliva. Del bueno eh? ¿Qué pasa? ¿No te gusta?
No, si... a ver... buena está pero es que yo le hago un refrito de...
Sí, hombre, me voy a poner yo con refritos
Pues eso, que primero rehogo los ingredientes en la olla para que suelten el sabor y cuando están doraditos bla, bla, bla...
Ajá
Ya te voy a hacer un día mi receta, ya verás cómo está mejor...
Psche, bueno, si quieres... (bien, bien, bien!!!)

Queda demostrado que no hay nada mejor que hacerse la tonta. Al fin y al cabo los hombres llevan siglos utilizando este truco y les ha funcionado (¿sigue funcionando?), ¿no?
22 comentarios:
Pues yo exactamente igual que tú, odio cocinar y sobrevivo estupendamente con una cocina básica y de supervivencia, me encanta la olla exprés y aunque mis platos no son muuuuy sabrosos a mí me saben ricos, jaja
Y sí a veces funciona el truco de hacerse la tonta...
Un beso.
Otra mas para la causa Arguiñana, nada de cocina,nada, y además no me gusta y me pasa como a ti me agobio. Menos mal que el orange cocina de maravilla, y aún encima le gusta. j,aaja,jaa, es cierto, muchas veces hay que hacerse la tonta, que no es lo mismo que serlo.
jaja muy buena estrategia! es verdad que los hombres llevan practicandola siglos...mis hermanos no planchan nada mas que cuando mi madre esta de viaje!
bsos
http://delunaresynaranjas.blogspot.com/
Jajajajaja. En primer lugar, es increíble lo competitivos que son los hombres. Para todo, incluso si eso significa que tienen que cocinar... En segundo lugar, a mí cocinar también me estresa, me agobia... Si tengo la receta, los ingredientes, tiempo y música, quizá me ponga. Pero si viene alguien a mi casa -como ha pasado- y me cocina, me dejo hacer totalmente... XD
Nuria, veo que nos parecemos, para comer sabroso me voy donde mi madre, jajaja.
Por cierto, felicidades!! Iba a felicitarte donde Rose pero casi mejor lo hago aquí, no? Que tengas un gran día.
Rose, parece que las negadas para la cocina somos más de las que me pensaba. Y eso que se nos presupone un gen culinario por el hecho de ser mujeres...
Tienes suerte con tu orange. Yo, como no lo tengo en casa, abuso de mi madre, me llevo un tráfico de tuppers que cualquier día me detienen ;-P
Teresa, es más fácil hacer que no sabes a ponerte a ello. Creo que ninguna de nosotras nació con una plancha en la mano, fuimos aprendiendo a base de arrugas. Es lo que yo digo, hay que hacerse la tonta, seguro que alguien, por ahorrar tiempo lo hace por ti.
En mi caso, si ÉL quiere comer sabroso tendrá que ponerse a cocinar.
QuietB, yo ni con tiempo. Y con receta aún menos! Veo un montón de líneas que se me cruzan... Cuando leo “en una cazuela aparte...” ya empiezo a sudar. Más de dos cacharros, mal.
Pero luego me encanta ver a Arguiñano, eh? parece todo taaan fácil.
Jajajajaja... te comprendo. Yo cocino lo justo, ni bien ni mal, comestible, y punto. Sé hacer alguna que otra cosa porque "la vida" me ha obligado a aprender, pero en mi casa NO TOCO UNA TARTERA.
¿La razón?. P., antes de ser periodísta gráfico, era cocinero. Sí, sí, cocinero de los de verdad. Y antes, durante, y después, es competitivo y mandón. Y la suma de esos dos ingredientes proporciona un cocktail explosivo que hace que, cualquier cosa que yo prepare, él la tenga que "supervisar y corregir", algo que yo NO SOPORTO, NO TOLERO, Y NO ESTOY DISPUESTA A AGUANTAR.
¿Consecuencia?. P. cocina siempre, salvo, a veces, los fines de semana, y alguna que otra cena.
La segunda consecuencia directa es que me estoy poniendo como un tonel, pero ese es otro tema...
jajaja yo también me hago la tonta y cuela ! a mi chico le encanta la cocina y experimentar, pues toda para él oye !
Besos !
Pues a mí me encanta cocinar, qué le voy a hacer.
Así estoy yo. Que me he anotado la receta de la purrusalda ésta para tomarla todas las noches a ver si bajo algo de peso jejejejeje.
Por cierto, te ha salido genial la táctica.
Un besico
Elly
A mí no se me da mal del todo, pero no me gusta mucho y la paciencia no estaba presente el día que me hicieron a mí; así que lo justo y necesario para sobrevivir... Eso sí, me atrevo de vez en cuando con algún plato un poco elaborado, pero no mucho. Y eso que en casa podría aprender mucho, ya que mi padre es cocinero y a mi madre se le da muy bien también.
Tu táctica es muy buena, el día que conviva con ÉL, probaré a ver qé tal... pero me parece que él está más o menos como yo jajajaja
Besitos
María, qué suerte tienes!! Yo también quiero un tío lo suficientemente competitivo y mandón como para que cocine siempre.
Lo de que sea ex cocinero es secundario. Mi hermana y mi cuñado dicen de mis platos que es como comer hierba de un prado así que muy mal lo tendría que hacer para superarme.
Bet, otra con suerte! A ver si en el reparto de tareas la cocina se la adjudica ÉL. Fíjate si lo odio, que prefiero planchar...
Elly!!! Pues ya me invitarás a cenar un día... yo si eso te invito a un café, jajaja.
Ah! Y quiero probar tu porrusalda.
Anita, es que yo creo que ése es mi problema, que la paciencia no es ninguna de mis virtudes. Yo quiero las cosas ya, no puedo estar tres horas preparando algo.
Mi madre también cocina muy bien pero la que ha heredado el don ha sido mi hermana. Yo soy alta como mi padre, jajajaja.
jajajajjajaja.... Me temo que si viviesemos juntas seriamos lo peor... yo tampoco se hacer nada en la cocina, de echo ya desde peque le decia a mi madre lo de las pastilas para comer/cenar porque para mi es un suplicio, como poco asi que si cocinara para mi sola me durarian las comidas un mes!!
Hay que patentar las pastillas con vitaminas, hidratos.... Triunfarian, en serio, ademas las cocinas estrian impulutas las 24 horas del dia!! jaja
Que tengas un buen finde, Besicos
Rubita, pero que las pastillas también quiten la sensación de hambre, eh? Que si no no aguantamos!!
Buen finde para ti también!
Yo odio la cocina, en todos sus vertientes... me siento muy identificado con todo lo que dices, a mi también me gustaría que todo fuese en pastillas, más sencillo, más rápido, sin ensuciar...
Ni competitividad, ni leches, yo no puedo con la cocina... y cuando uno vive sólo, pues no queda más remedio que sobrevivir, pero vamos, que lo mínimo.
Bicos
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Is this possible?
Me encanta cocinar, con un pinche, claro...pero la cocina de Marta mes gusta aun mas... Jamás he usado la olla express, me da miedo que explote
Siempre puede consultar cocinaparaimpostores.blogspot.com.
Me resultó gracioso cuando lo descubrí.
Un saludo de una nueva seguidora.
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